martes, 19 de julio de 2016

La penetración es invasiva.



“¿Cómo no iba a dejar que la penetrara
Si ya nos hacíamos sexo oral?”

Los hombres no entienden nada.
La penetración es invasiva,
La palabra se explica sola,
Con la penetración
Se invade,
Se traspasa al otro,
Puedes llegar hasta sus entrañas,
Hasta el mundo que aquella ha olvidado.

A veces me dan lástima las putas,
Tantas veces penetradas,
Tantas veces invadidas.
¿Dónde guardarán lo que no se quiere mostrar?
¿Dónde pondrán a esa niña que no muere nunca?

La penetración es invasiva
Y la eyaculación
Un mar de sentimientos
Y emociones ajenas
Que se guardan
en el cajón olvidado
de la indiferencia femenina
o gay o trans
o de cualquier género
subyugado
por la dominación del falo
del macho
del que penetra
del que expulsa
del que se libera.

Fantasmas.



Los fantasmas aparecen sin que los llames.
Están ahí, esperando el mejor momento
Para hacer su aparición furtiva, colérica.

Los fantasmas son gaviotas
Buscando, a la orilla del mar,
Algún pez muerto,
Algún desecho olvidado,
O descompuesto.

Los fantasmas son ruidos de autos,
De un día cualquiera en la ciudad,
De gritos irracionales,
Que te perturban,
Que no dejan pensar.

Los fantasmas son pacientes,
Sigilosos, silenciosos,
Provocando,
Con sus orientales movimientos,
Que olvides de su existencia,
De aquella presencia anidada
En alguna parte de tu cabeza.