Emerge en mí la misma melodía
De mareas inquietas y despavoridas
El cuerpo resentido
Y el espíritu mal herido…
Eres hijo de la noche somnolienta
De trasnoches y violencia
Aún te escucho de cerca
Susurrándome expresiones contrapuestas
Te maldigo a ti y a tu mundo
A este amor moribundo
Maldigo cargar con este cadáver
Maldigo cuando la nostalgia invade
Desierta de esperanzas
E impregnada de olores podridos
Te entierro a pulso
Para que te quedes en el olvido