jueves, 28 de enero de 2021

Como me gusta (s)

Cuando se despiertan en ti emociones, sensaciones y sentimientos a los 20 no es lo mismo que a los 30, a los 30 pueden llegar a ser quizá más fuertes, más reales, más maduras, pero los malditos miedos, pero las necesarias malas experiencias, el eterno retorno de los malos presagios sentimentales, ese mecanismo de autodefensa que el yo crea por necesidad, pero que no siempre se siente tan bien o es tan bien recibido por una mente que solo quiere seguir viviendo. 

La dualidad de lo que siento por otro y mi chip de “no debo sentirlo tan rápido”, o, “no debo sentirlo a menos que…” me perturba tanto como estar deseando con vehemencia el cuerpo-alma de quien se roba mis sueños (no sólo metafóricamente).

Debe ser algo bueno -pienso- pero mis demonios internos atacan y atacan, el terror de la caída por enésima vez, de las ideas falsas, de los amores incompletos.

Pero me gusta (s), ese salvaje ser mezclado con la dulzura de un amante quieto, de esa personalidad que me hace sentir en la orilla de un mar apasionado y desconocido, misterioso y peligroso. Tu carácter lo es, así, apasionado, desconocido y peligroso… inquietante, atractivo. Te deseo, en todas las versiones de esa palabra, con toda la intensidad de mi espíritu avasallador, de mis sentidos sinceros y mi mirada penetrante.