martes, 4 de febrero de 2020

La reflexión y el uso del tiempo

La pregunta por el tiempo es inquietante e interpelante. El tiempo es tan real como ficticio, las preguntas se disparan y las respuestas siempre parecen abarcar solo una parte de su verdad, sin embargo, si aterrizamos la pregunta fundamental, los más asertivo es preguntarse por su uso, ¿qué hacemos con el tiempo?
Es indiscutible que la situación histórica en la que nos hallamos nos exige y plantea la producción como la manera más adecuada de ocupar el tiempo, la sobre exaltación del ser productivo y con ello la realización de nuestras vidas, pero, ¿qué pasa con los otros ámbitos fundamentales del uso de nuestro tiempo?, ¿qué momento le regalamos a la reflexión de los hechos que van armando la estructura de nuestras vidas?
La reflexión es arma letal y eso es muy sabido para quienes disponen del tiempo para pensar, por lo mismo, quienes más oprimidos y negados están, son quienes menos tiempo tienen. No por nada, en la división sexual del trabajo, nosotras (las mujeres) somos quienes más tareas asignadas tenemos en la esfera productiva tanto privada como pública. La imposibilidad de manejar nuestros tiempos cuando se tienen hijos, la presión de la vida cotidiana, la incompatibilidad entre el trabajo y la familia y la carga emocional que todo eso implica, cuestiones que nos subyugan emocionalmente a la pasividad de la ocupación impuesta sobre el uso de nuestros tiempos.

No hay comentarios: